Cuando estaba en el aeropuerto, mi corazón palpitaba a mil, llena de preguntas e incertidumbre mi cabeza estaba, me temblaban las manos, quizás por el frió, quizás por el miedo o tal vez ambos.
Me acerqué a esa multitud de gente que al igual que yo estaban esperando a un ser querido, miré con desdén el tablero buscando tu número de vuelo, cuando me encontré con el número, sí, en efecto ya habías llegado, probablemente estabas en inmigración.
Al poco tiempo recibí tu mensaje - He recogido mis maletas, pronto nos veremos, no puedo esperar ^_^.
Que taquicardia tan bárb